Las motivaciones para aprender cerámica son muy diversas.
Hay alumnos que buscan aprender a hacer las pastas, a modelar, a trabajar con esmaltes y óxidos para unir esos conocimientos en sus piezas.
Otros alumnos lo que quieren es "hacer": jugar con los volúmenes, hacer piezas de uso,
aprender desde la práctica misma.
Otras veces los alumnos buscan un ambiente que les contagie energía
y ganas de crear y que los aleje del estrés.
Los docentes guían a cada uno para encontrar su camino, de acuerdo a sus expectativas,
siempre en grupos pequeños.
Con programas personalizados y brindando una enorme variedad de herramientas
y materiales, el aprender se convierte en un placer
y lo producido por cada alumno, en una obra única.