Las motivaciones para aprender cerámica son muy diversas.
Hay alumnos que buscan aprender a hacer las pastas, a modelar, a trabajar con esmaltes y óxidos para unir esos conocimientos en sus piezas.
Otros alumnos lo que quieren es "hacer": jugar con los volúmenes, hacer piezas de uso,
aprender desde la práctica misma.
Otras veces los alumnos buscan un ambiente que les contagie energía
y ganas de crear y que los aleje del estrés.
Los docentes guían a cada uno para encontrar su camino, de acuerdo a sus expectativas,
siempre en grupos pequeños.
Con programas personalizados y brindando una enorme variedad de herramientas
y materiales, el aprender se convierte en un placer
y lo producido por cada alumno, en una obra única.
Se aprende desde lo básico a lo más complejo, de una manera simple. Las clases para adultos tienen una duración de una hora y cuarenta y cinco minutos.
Se respetan los intereses de cada alumno.
En la medida que aprende, también sabe más qué tipo de piezas prefiere hacer: piezas de uso, escultura, etc.
El alumno puede elegir creaciones tan complejas como quiera.
Los alumnos tienen la libertad de experimentar pero cuentan con la asistencia del docente si lo necesitan. Los grupos son pequeños como para trabajar de una manera personalizada.
